sábado, 18 de diciembre de 2010

Seis (o siete) sombreros para pensar

De Bono afirma que se puede aprender a aplicar el pensamiento creativo lo mismo que se aprende cualquier habilidad. Para conseguirlo hay que racionalizar la confusión que caracteriza al pensamiento, en que la creatividad, la lógica, la información o la esperanza se solapan y nos agobian.
Para ellos diseño seis sombreros de distintos colores que deberemos usar en funcion de lo que vayamos a decir.



  • Blanco sobre blanco: es el encargado de dar información (hechos y números) siendo neutral y objetivo, sin hacer valoraciones y opiniones. Funciona a dos niveles que permiten distinguir entre hechos verificados y probados y hechos que se creen verdaderos pero que todavía no han sido verificados.
  • Rojo incandescente : es el de los sensaciones y emociones, defiende sus argumentos con impetú. Es una manera de explorar nuestros sentimientos y los de los demas. Nunca se debe intentar justificar los sentimientos o basarlos en la lógica
  • Negro carbón: es el de los enjuiciamientos negativos. Señala lo que está mal y los motivos por lo que algo no puede funcionar. Confronta una idea con la experiencia pasada y también la proyecta en el futuro.
  • Amarillo limón: es el positivo, constructivista, quien otorga el sentido de la oportunidad. Va desde el aspecto lógico práctico hasta los sueños, visiones y esperanzas.
  • Verde que te quiero verde: es el original, posibilista encargado de ofrecer alternativas, hace falta ir más allá de lo conocido, lo obvio y lo satisfactorio.
  • Azul cielo: organiza el pensamiento mismoy propone o llama al uso a los otros sombreros. Es responsable de la síntesis, la visión global y las conclusiones.


Nuestro profesor Francisco García añadio un último sombrero, el morado o malva que defiende a las minorías que todos tendemos a olvidar.

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