lunes, 24 de enero de 2011

Objeto creativo

Hace tiempo lei un poema que hablaba sobre las murallas que nos ponemos los unos a los otros. Ya no solo las fisicas que son las fronteras, si no peor aun, las mentales que son los prejuicios.
Por eso se me ocurrio recurrir a una tecnica del arte moderno que tambien me gusta mucho, que es el collage. Selecciones algunos de los edificios mas emblematicos de cada pais y los junte para simbolizar una union entre estilos y culturas.
Aqui os dejo mi pequeño homenaje a la tolerancia y el poema que me inspiro a ello.

No, no son los altos muros de piedra,
Las alambradas de espinos eléctricos,
Las feraces fronteras de fusil y torreta,
Las áridas paredes con avisos enérgicos,
Las rayas que el hombre pinta en la tierra.
No, no son las islas carcelarias
Trazadas con exactitud arquitecta,
Las prisiones de pie levantadas
En medio de las desoladas mesetas.
No, yo no temo al cemento y sus murallas,
No me asustan los contrafuertes o almenas
De los penales, el registro en aduanas,
Los visados, pasaportes, las acotadas licencias.
No tengo miedo de los grilletes, las picanas,
Los ghettos, Guantánamo y su campo Delta,
No temo a los barrotes en las ventanas,
A los candados en las cerraduras de las puertas,
A los recintos prohibidos, los parapetos o vallas,
A los obstáculos de hierro y las sórdidas cercas.
No me causan pavor, ni me corren o me callan,
No me derrumban los ojos, ni me ahuyentan,
No miro para otro lado ni les tuerzo la cara,
Me preocupan es cierto, me desazonan e inquietan,
Aunque en el fondo sé que tan sólo son quincalla,
Materiales corrompibles como castillos de arena.
Hay otros muros más horrendos y terribles,
Los muros originales nacidos de la miseria,
Se elevan por doquier como torres invisibles
Moldeadas con palabras de odio y violencia.
Son muros innumerables, estrictos, implacables,
No necesitan aceros pues se nutren de ideas,
Surgen en cualquier sitio y están en todas partes,
En la calle, el trabajo, la casa y las escuelas.
Separan a las razas, los credos y las clases,
Dividen a los pueblos, las sangres y las venas,
Alientan los demonios más fieros y salvajes
Y arrastran a los hombres al barro de la guerra.
Son las voces de Babel, son las hordas de Marte,
Son los símbolos del Reich, son oscuras cadenas,
Son fábricas de esclavos e industrias de desastres.
Esos son los muros que yo temo, las barreras
De la tenebrosa mirada, del corazón más cobarde,
Los muros del latido, los del miedo y la pena,
Los que con locos se acuestan y seducen a ignorantes,
Los muros que como ser humano me avergüenzan,
Los muros entre hermanos, de hijos y de padres,
Las Palestinas del alma y Berlines de la conciencia.

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